En el corazón de la región de la Araucanía, donde los paisajes se entrelazan con historias de esfuerzo y dedicación, encontramos a José Luis Arroyo, un ejecutivo comercial de CRECCU que se ha convertido en el puente entre los almaceneros y botilleros de Temuco a Valdivia.

Desde su llegada a CRECCU, José Luis ha entendido que su labor va más allá de lo comercial; es un verdadero impulsor del cambio. “En mi zona, CRECCU es fundamental”, nos cuenta con entusiasmo. “Ayudamos a nuestros clientes a obtener el capital que necesitan para expandir su inventario, para ofrecer más productos y, en consecuencia, generar mayores ventas”. Pero su compromiso no se detiene ahí. Para él, el rol social que desempeñan no solo en la economía, sino también en la vida de la comunidad, es igualmente esencial.

“Capacitar a nuestros almaceneros y botilleros es un pilar fundamental de nuestro trabajo. Les enseñamos, les inspiramos, despertamos ideas que quizás tenían guardadas”, comparte José Luis con una mirada llena de esperanza. “Este tipo de apoyo es invaluable para ellos, y lo han valorado enormemente”. El impacto que CRECCU genera se siente no solo en las cifras de ventas, sino también en las sonrisas y el crecimiento personal de cada uno de sus clientes.

A lo largo del año, la oferta de programas como la Master Class y Crecer Juntos se han convertido en faros de conocimiento y motivación. “Cada capacitación es una semilla de crecimiento, no solo a nivel económico, sino también personal y social. Cuando nuestros clientes crecen, sus familias y comunidades también lo hacen”, dice José Luis, resaltando la interconexión que existe entre el éxito individual y el bienestar colectivo.

Los almacenes y botilleros son más que simples puntos de venta; son el alma de la comunidad. “Conocen a sus vecinos, a sus familias, han visto crecer a los niños del barrio”, dice José Luis. “Ese lazo es fundamental, y en CRECCU buscamos fortalecerlo. Queremos apoyar ese rol social que ellos desempeñan, porque entendemos que son un pilar en la vida cotidiana de la gente”.

Este año, un hito marcó la historia de los almacenes en Chile: el primer concurso al Mejor Almacenero 2024. “Me pareció maravilloso”, exclama José Luis. “Es un reconocimiento a su labor, a su dedicación. Es un mensaje claro: estamos aquí para apoyarlos, capacitarlos y, además, premiarlos por su esfuerzo”.

En CRECCU, cada historia es un capítulo de progreso, y la de José Luis es solo el comienzo de un viaje transformador que seguirá inspirando a todos aquellos que forman parte de esta gran familia.